El pasado 20 de mayo, la marca de ropa Dior presentó en un desfile una prenda “inspirada” en textiles tsotsiles, sin consultar a las comunidades que señalaron plagio.
A través de una carta pública, comunidades tsotsiles originarias de los Altos de Chiapas, denunciaron a la marca francesa Dior por apropiación de textiles. Las comunidades acusaron que Maria Grazia Chiuri -diseñadora de Dior- visitó Chiapas con el pretexto de “inspirarse” para hacer una pieza.
De acuerdo con la carta, hubo una supuesta colaboración con un colectivo de bordadoras indígenas, pero “no se realizó bajo una consulta previa, libre e informada a todo el municipio de Zinacantán, beneficiándose de este hecho una persona y su cooperativa”.
Y es que el pasado 20 de mayo, la marca realizó una pasarela para presentar la colección Crucero 2024, –en supuesta colaboración con artesanos y artesanas locales-, en el Antiguo Colegio de San Ildefonso.
Maria Grazia Chiuri, diseñadora de la firma, presentó en la pasarela prendas de mujer con bordados y tejidos “inspirados” en comunidades indígenas mexicanas de Oaxaca, Chiapas y Puebla.
Se presentó una prenda de hombre que pertenece a Zinacantán, llamada Pok’u’ul/Pok’u’il, por lo que habitantes de ese municipio enviaron la carta pública y acusaron a la empresa de apropiación cultural o plagio de los textiles tradicionales.
La diseñadora le hizo cambios y mutilaciones a la prenda, por ejemplo, la abertura central es más larga que la prenda original, añadieron un cinturón y los snich fueron cortados a la mitad (borlas que cuelgan de los lados y unen cada lado de la prenda).
“Podemos deducir entonces un claro plagio/apropiación”, refieren en su comunicado.
De acuerdo con la carta, la prenda fue hecha en colaboración con artesanos y artesanas de la cooperativa Sna Jolobil, en San Cristóbal de Las Casas, y al dar créditos enfatizaron a Pedro Meza, artesano del municipio de Tenejapa, es decir, ajeno al municipio de Zinacantán, mismo que lo nombra como “gaban” y que ignora que el verdadero nombre usado por los portadores de esta prenda es pok’u’ul/pok’u’il”.
Pedro Meza es un artesano que forma parte del proyecto de Original, impulsado por la Secretaría de Cultura; ese proyecto ha denunciado el plagio que hacen las marcas extranjeras sobre creaciones de comunidades artesanas de nuestro país y promueve la Ley Federal de Protección del Patrimonio Cultural de los Pueblos y Comunidades Indígenas y Afromexicanas, que fue publicada el 17 de enero de 2022.
En la carta, exigen a la marca francesa que reconozca que el diseño no es de su autoría ni de ninguno de sus colaboradores; además, piden que el Gobierno de Federal intervenga.
“A las y los artesanos y las comunidades de la cultura zinacanteca nos indigna ver este tipo de acciones y denominamos como apropiación cultural lo acontecido, ya que ésta forma parte de nuestro patrimonio cultural y también es un elemento importante en la identidad de nuestro pueblo, tiene una carga histórica, un valor sentimental, ceremonial y hereditario para nosotros y nosotras”, señalaron.
De acuerdo con un mapeo sobre apropiación cultural de textiles mexicanos, se han documentado desde 2014 hasta 2022, 64 casos de apropiación cultural hecha por marcas a textiles de comunidades.
Este caso se suma al que se denunció el año pasado cuando la marca estadounidense Ralph Lauren fue acusada de plagiar los sarapes de Contla, Tlaxcala, y Saltillo, Coahuila.
Con información de Once Noticias
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