Uno de los secretos olímpicos mejor guardados por fin se desveló: el pebetero olímpico de París 2024 es un globo aerostático, que permanecerá en el aire dentro del Jardín de Tullerías en París.
Los franceses Marie-José Perec y Teddy Riner, multicampeones olímpicos en atletismo y judo, respectivamente, fueron los encargados de encender el peculiar pebetero aéreo en la ‘Ciudad Luz’.
“Mi reconocimiento a los anfitriones franceses, la llama olímpica hará que París y toda Francia brille aún más. Estamos agradecidos con nuestros amigos franceses, principalmente con nuestro amigo presidente de la República Francesa”, expresó Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional.
El encendido del pebetero es uno de los momentos más emblemáticos de los juegos deportivos olímpicos. Este ritual, que representa la llama de la esperanza y la unidad, ha tenido diferentes interpretaciones y formas a lo largo de la historia.
Los pebeteros olímpicos más memorables
Atenas 1896
El primer pebetero olímpico fue encendido por Dimitrios Vikelas, el primer presidente del Comité Olímpico Internacional, con una antorcha que se encendió en la ciudad de Olimpia, Grecia. La llama se mantuvo encendida durante los juegos, simbolizando la unión de los atletas.
Londres 1948
La tradición del relevo de la antorcha, que comenzó en 1936, se consolidó en estos juegos. La llama recorrió 3 mil 800 kilómetros por todo el Reino Unido, transmitiendo la emoción de los juegos a miles de personas.
México 1968
La ceremonia de encendido del pebetero en México fue una de las más memorables. La atleta mexicana Enriqueta Basilio, la primera mujer en encender una antorcha olímpica, encendió el pebetero ubicado en el Estadio Olímpico de Ciudad Universitaria.
Barcelona 1992
La llama olímpica fue encendida por el exfutbolista Antonio Rebollo, quien la encendió con una flecha que disparó desde una plataforma. Este acto, lleno de simbolismo y emoción, se convirtió en uno de los momentos más memorables de la historia olímpica.
Atenas 2004
Para celebrar el centenario de los juegos modernos, la llama olímpica recorrió 137 días y 35 países, llevando el mensaje de paz y unidad a todos los rincones del mundo.
Pekín 2008
La ceremonia de apertura de los juegos de Pekín fue una muestra de tecnología y espectáculo. La llama olímpica fue encendida por Lin Miao, una joven atleta china, quien la encendió con una antorcha especial que se movía sobre una plataforma.
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